El ambiente tiene un encanto rústico que se siente acogedor. La cocina compartida proporciona una buena oportunidad para preparar un desayuno ligero, ideal antes de un día de exploración.

El suelo de madera hace ruido al pisar, lo que puede ser un poco molesto, especialmente por la noche. Además, el hecho de no tener ascensor significa que los dos pisos se sienten más largos, especialmente con maletas pesadas. La decoración parece un poco pasada de moda y podría beneficiarse de una modernización. También, el baño compartido puede no ser la opción más conveniente para aquellos que prefieren privacidad.

El Hostal Fonda Prat me hizo sentir como en casa. La amabilidad de Carla fue excepcional, y tener la cocina a mano fue una gran ventaja para preparar algo rápido después de un día explorando. Solo un detalle, las escaleras son un poco empinadas.

Considera utilizar la cocina compartida para preparar desayunos ligeros. es una buena forma de ahorrar tiempo antes de salir a explorar.

Un hogar acogedor en Puigcerdà

La atención de Carla fue excepcional, me sentí como en casa. Además, la cocina bien equipada fue perfecta tras un día explorando las montañas. No olvides probar el desayuno con bollería.

Las instalaciones son algo antiguas y las escaleras son empinadas, lo que puede ser incómodo si llevas mucho equipaje. La calefacción podría ser más efectiva durante la noche.

El ambiente acogedor me hizo sentir como en casa.

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Acogedor ambiente, atento personal, el desayuno fue muy satisfactorio y es ideal para comenzar el día antes de salir a explorar la ciudad, que está convenientemente a solo 52 km del aeropuerto.

Todo estupendo

la casa tiene encanto, pero subir dos pisos sin ascensor es una broma. además, el inodoro es comunitario, ¿en qué siglo estamos? ni un detalle especial como una botella de agua en la habitación. estuve a punto de escribir una buena reseña, pero con tantas molestias, simplemente no pude.

Muy acogedor y familiar

El lugar se siente como en casa, con un ambiente muy cálido. La chica de la recepción me ayudó a moverme por la ciudad y fue súper amable. Usé la cocina para hacerme algo para cenar, lo que fue genial. Solo que las escaleras son un poco empinadas, así que mejor llevar poca maleta.

Me sentí muy cómodo aquí. La cocina compartida es perfecta para desayunos ligeros. El ambiente es acogedor y el personal siempre está listo para ayudar. Disfruté de la sala de descanso tras explorar. Una gran opción para quienes buscan un lugar amigable.

La atención de Carla fue increíble y el ambiente acogedor. Me encantó la cocina compartida, perfecta para un desayuno improvisado antes de salir a hacer senderismo por esas montañas bellas.

Las escaleras son más empinadas que mis anhelos de estar en forma.

Este lugar me sienta perfecto, con wifi, sala de ocio, y cocina compartida. Recuerdo bien que en mi primera estancia me ofrecieron una bebida fría con el calor que hacía. ¡Siempre vuelvo para la Pascua!

El Hostal Fonda Prat me pareció muy acogedor. La cocina compartida fue genial para preparar algo ligero. El ambiente familiar y la atención del personal, especialmente de Carla, me hicieron sentir como en casa, ¡y los sofás en la sala de descanso son perfectos para relajarse después de un día explorando!

Las escaleras son un poco empinadas.

El lugar es acogedor y tiene una cocina compartida que utilicé para preparar un desayuno. Disfruté de la sala de descanso, perfecta para relajarme después de un día de senderismo. La atención fue amable y siempre dispuesta a ayudarme con las indicaciones para explorar los alrededores. Como amante de la cocina, me gustó tener la opción de hacer algo rápido en la cocina.

No hay ascensor, lo que puede ser incómodo para subir las maletas. La calefacción podría tener horarios más amplios para mayor comodidad.